domingo, 13 de febrero de 2011

La playa

Mi amiga tiene un gran problema. Cada vez que baja a la playa no tiene lugar para poner su silla y su sombrilla porque los edificios y hoteles han desplegado todas las suyas desde temprano. Según ella hay un reglamento que dice que cada hotel o edificio no puede tener más de cinco sillas sin ocupar. 

Si el reglamento existe, nadie le presta atención. Digo yo, podrían copiar el reglamento de Las Palmas de Gran Canaria ya que al cruzar para la playa, ve las palmeras regaladas por ese Ayuntamiento. Si los concejales de ese departamento no tienen tiempo para estas cosas, podrían plagiar algunos artículos. ¿Total, quién se dará cuenta?

Esta vez quiebro una lanza por mi amiga. Ella tiene derecho a poner su sombrilla y su silla donde quiera.


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