jueves, 17 de febrero de 2011

Regalo inesperado

El 14 de febrero se celebró San Valentín. No es un festejo tradicional en nuestro país, pero como hemos ido incorporando varias celebraciones de origen anglosajón, para los comerciantes es otra oportunidad de vender más productos y, para los novios, el placer de recibirlos.

Mi prima no tuvo tal placer. A su novio se le ocurrió regalarle un par de agujas de tejer y unos ovillos de lana. ¿Para qué si no sabe tejer? Él piensa que su novia tiene que ser el calco de su madre que sabe tejer, coser y hasta cocinar. Eran otras épocas, ahora la mujer se ha independizado, está liberada. Hubiera sido mucho mejor que le regalara una rosa roja o una tarjeta.

Yo pienso que ese novio no le sirve, si es así de novio, las pretensiones que tendrá de casado. Cuando tenga oportunidad hablaré con mi prima al respecto.

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