lunes, 31 de enero de 2011

Dar vuelta la pisada

Nuestros vecinos de enfrente compraron un auto cero kilómetro. ¿Cuándo nos tocará a nosotros? Hemos estado ahorrando durante años y cuando pensamos que llegamos, el mercado automotor se dispara y vamos quedando relegados. ¿Te das cuenta de que somos los únicos del barrio que no hemos comprado auto nuevo? Hasta la pobretona de la esquina compró un auto chino, ¿quién quiere que sea chino?, pero de lejos quién lo nota. Vas a ver que dentro de cinco años habrán igualado a los japoneses y todos morirán por un auto chino. Habrá que esperar que se nos dé vuelta la pisada o que podamos sacar un cinco de oro. O mejor escribiré esta oración en presente: "Tenemos auto nuevo." La dejaré a la vista, pegada en la pared frente a la cama. La repetiré tantas veces, que mi sueño se hará realidad.


Cavernícola

No podés estar todo el día bobeando en Internet. En vez de estar ocupándote de los chicos, preparando la comida, arreglando la casa y esperando a tu maridito, te pasás horas pegada al asiento frente a la computadora.

Cuando termine el contrato de internet, no pagaré más por el ADSL, total yo puedo navegar desde mi oficina. Las mujeres deben dedicarse a otros menesteres.


La caja boba

Él se queja constantemente de su mujer, especialmente sobre un tema: la televisión. Que ella no es compañera, que no se sienta con él cuando mira películas, que hay programas muy interesantes, que las películas clásicas que pasan por el cable son dignas de ver, etc.

Ella reconoce que no le agrada mirar películas con él en su casa. El motivo principal es que es adicto al zapping. Puede estar viendo tres películas diferentes en tres canales a la vez.

¿Qué mujer aguanta semejante atropello? Si hay alguna, que levante la mano.


Ducha breve

Cada vez que me voy a duchar cuando estoy sola, suena el teléfono. No suena una vez sino innumerables veces, parece como si se estuviera prendiendo fuego la casa o hubiera una emergencia. Salgo de la ducha chorreando agua y corro como una condenada para llegar a tiempo. Como por arte de magia, deja de sonar, es número equivocado o es para ofrecer algún producto que nadie quiere comprar. Mi marido me dice que lo deje sonar, que si la persona está interesada en llamar, lo hará nuevamente. 

¿Por qué no suena el teléfono para avisar que hemos ganado un premio en el supermercado o que salimos favorecidos con el auto que sorteaba el shopping?

Como perro y gato

¿A quién se le ocurre designar a un Ministro perteneciente a un partido de la coalición y a un subsecretario perteneciente a otro partido?

Vida perruna



Mi vecina tiene un perro, no es un perrito, es un mastodonte. Lo quiere como a un hijo, lo que me parece fantástico para el perro, pero el pobrecito no lleva vida perruna. Un apartamento no es el lugar ideal para tenerlo. La señora trabaja y el perro-hijo pasa solo, gimiendo y emporcando la casa.

Esta vez quiebro una lanza por el perro. Debería vivir en una casa con jardín, en una chacra, en una estancia o en una fazenda brasilera, no en un cuchitril con piso de madera donde no puede gastar sus uñas. Piedad para ese perro, libertad para que se sienta animal y no hijo-perro.

Señora: no olvide la bolsita cada vez que lo saca a pasear; los ciudadanos de esta preciosa ciudad no tenemos por qué pisar la materia fecal de esos animalitos y quizás resbalarnos y desnucarnos.

Injusticia

Mi marido es un desconsiderado. Cada vez que va a comer algo a la cocina, se olvida del plato. Corta pan sobre la mesada sin poner una tablita o una panera, va dejando migas por toda la casa como si fuera Hansel, el hermano de Gretel. La Cenicienta tiene que ir limpiando su suciedad varias veces al día. ¡INJUSTICIA! La próxima vez que esto suceda, haré un piquete en la puerta de la cocina.





Se olvidaron de empardar

Tenía tantas ilusiones. Después de que asumieran ya no iba a comprarme ropa barata en una tienda pichi ni comer dos por uno en un restorán de mala muerte. Podría anotarme en un gym para poder parecerme a Shakira y hasta podría pagar 200 dols. para ir a su recital en el Conrad, en marzo. Esas ilusiones se me desmoronaron y mi vida sigue igual.

Volando en taxi

Hace unos días tuve que tomar un taxi porque tenía que hacer una diligencia. El taximetrista no manejaba, volaba...
Apenas subí al taxi me puse el cinturón y recé para que fuera a una velocidad normal. Me olvidé de que cuanto más rápido van, más viajes pueden hacer.
Agarró la rambla y empezó a acelerar y a cambiar de senda como si nada.
Cuando pasó los 100, le dije que me sentía mal y que aminorara la marcha porque estaba por "arrojar". Fue una de mis peores experiencias en un auto.
Prefiero tomar un ómnibus y tener más posibilidades de llegar sana y salva a destino.
            La quejosa (con razón).

Chubasco

Acaba de caer un chubasco en esta tórrida tarde montevideana. Me agarró caminando por las calles de la Ciudad Vieja, cada baldosa que pisaba estaba floja y el agua acumulada me salpicaba mis pantalones. Mis zapatos quedaron a la miseria. Cuando llegué a casa la lluvia había parado, pero un calor insoportable brotaba por todos lados. Adentro era peor que el infierno. ¿Para qué diablos llovió?

El calor

No puedo soportar este calor, estoy derretido y para colmo de males no cae una gota de agua para refrescar. Quisiera estar en el hemisferio norte donde hay varios grados bajo cero y pueden esquiar. Todo este problema es por el calentamiento global, ya lo venía insinuando desde hace tiempo y nadie me hacía caso. Por la cantidad de aerosoles que empezaron a usar hace unas décadas el agujero de la capa de ozono se está agrandando y en el futuro derretirá los polos. Yo no andaré por estos pagos, estaré enterrado bajo tierra, pero me preocupa qué harán nuestros nietos y bisnietos si Uruguay desaparece del mapa. No aguanto más, necesito una sierva que me abanique ya que el ventilador de casa no funciona y no tengo plata para comprar un equipo de aire acondicionado. Si lo comprara, no tendría plata para pagar la factura de UTE. Podría estar en la playa a esta hora, pero hay que cuidarse por el sol, además TENGO CALOR, no quiero ir a broncearme. Me gustaría estar metido en el agua hasta el cuello. Si mi heladera fuera más grande...

Personaje pintoresco de nuestra sociedad



Este personaje se queja de todo y de todos, todo el tiempo. Es el eterno disconforme, muchas veces el "contra".

Lo encontramos en nuestra familia, entre nuestros amigos o vecinos y en el trabajo.